Manejo holístico. Regeneración. Ecología. Agroecología. Biodinámico. Permacultura. Agricultura natural. Con el correr del tiempo, han nacido múltiples alternativas al camino degenerativo de la agricultura, entretejiendo con paciencia y estudio una red de contención al colapso. En múltiples lugares del mundo hay personas trabajando por encontrar soluciones aplicables a su entorno.

Científicos en sus laboratorios o sus parcelas de investigación evaluando efectos de pesticidas y evaluando insumos biológicos. Productores arriesgándose a no aplicar las recetas de las grandes instituciones a su alrededor, tratando de recuperar conocimientos ancestrales y dejándose llevar por su intuición. Activistas moviéndose por diferentes causas, con más o menos conocimiento de diferentes temas. Campos enteros llenándose de flores, escarabajos, pasturas, árboles, hongos y animales, gracias a personas apostando a hacer algo diferente.

Todos ellos tienen algo en común: quieren ver más vida en la tierra. Pero nos encontramos ante el problema de haber clasificado al conocimiento en pequeñas islas incapaces de conocer la complejidad del todo, rodeándolas de un océano de individualismo y especialización. Para promover más vida en la tierra necesitamos catalizar un proceso importante: la integración. 

Nuestro trabajo se orienta a crear la sinergia necesaria para dar con ella; con la integración no sólo de las soluciones parciales que han encontrado las personas al problema de la agricultura permanente, sino a la integración con nuestra capacidad de sentir, con esa información sensible que nos da la experiencia y la intuición de haber pertenecido a una especie conectada con su entorno natural por millones de años.

El pensar en problemas tan complejos muchas veces nos lleva a un callejón sin salida: la paralización. Sin embargo, hoy en día eso no es una opción. Este problema es inmenso y está hecho de desafíos reales, no sólo de problemas filosóficos. Por eso es importante reunirnos para fortalecernos en una verdad evidente: que esos grandes sistemas que se desprenden de la humanidad se construyen primero persona a persona. Que todas nuestras acciones cuentan, no sólo en el agregado, sino inherentemente. Un maíz producido de manera orgánica y en conjunto a otras especies, un animal criado de manera natural, son en sí mismos superiores a la alternativa de degeneración que muchas veces parece más fácil seguir. Reunirnos para hacernos en voz alta esas preguntas imposibles que muchas veces aparecen en nuestros pensamientos. A poner sobre la mesa lo que todavía no está. A poner nuestras mentes en el futuro para dar con mejores interrogantes en el presente. Diez Mil Años es una oportunidad de conectar esas voces para alivianar el peso de actuar, aún sin tener todas las respuestas.

Teoría de Cambio:

Para esto es necesario desandar el camino de lo aprendido, correrse del camino degenerativo y re-aprender un campo de conocimiento nuevo basado en la salud del suelo. Alrededor de este eje fundamental es que creemos se basa la salud ecosistémica y te presentamos a continuación algunos de los puntos que sostiene la evidencia.

Tierra viva: ¿Sabías que hay más organismos en una cucharada de suelo sano que personas sobre la tierra? La tierra no es materia inerte. Las plantas no se nutren solo de nitrógeno, potasio y fósforo; sino que dependen de un espectro de nutrientes mucho más diverso que se da por la interacción entre bacterias, protistas, hongos, levaduras, invertebrados, insectos y enorme etcétera. De su balance natural depende nuestro sistema productivo.

Resistencia a la sequía: Un suelo sano puede capturar y almacenar hasta 5 veces más agua que un suelo degradado. Actualmente el mundo pierde alrededor de 24.0000 millones de toneladas de suelo fértil por año. Detener el deterioro de los recursos más valiosos de la humanidad por parte de la agricultura convencional se vuelve prioridad.

Carbono en la atmósfera: Existe un fenómeno que sucede en casi todos los rincones del planeta que permite capturar y almacenar hasta 800 gigatoneladas de dióxido de carbono presente en la atmósfera, que tanto preocupa. A ese fenómeno tan ubicuo, simple y complejo al mismo tiempo, casi mágico, algún humano lo llamó fotosíntesis. Y podemos recuperarlo, una planta a la vez.

Nos nuclea esa sensación de propósito de quien va detrás de lo que le parece muy importante en la vida. Nos motiva la visión de ir caminando un sendero comestible biodiverso, variable, con sonidos de pájaros que penetren nuestros pensamientos. Nos llenan las sonrisas de los productores cuando dan solución a algo que parecía irreversiblemente perdido.

Te invitamos a ser parte de la comunidad que busca ver más vida en la tierra. Pero sobre todo te invitamos hoy, a ver más vida en tu entorno.